sábado, mayo 4

Nadie duda que la creatividad es importante en las organizaciones, sin embargo, no la vemos claramente en la conversación de los líderes.

Hemos tratado con métodos, herramientas, marcos de referencia y algunas veces “la pegamos” y muchas otras no. La tesis aquí es simple, algo nos está faltando, ¿por qué Seis Sigma funciona tan bien en algunas empresas y otras no? No hay ninguna razón para que Seis Sigma no sea un motor de innovación, nada más agréguele una M extra de Malicia al DM(M)AIC. Del mismo modo, y tomándome el riesgo de que me lluevan improperios, he visto programas de Design Thinking totalmente incapaces de despegar un solo proyecto innovador, y sprints menos ágiles que una comisión de la Asamblea Legislativa. Y agrego también esas transformaciones digitales que no llegan a ningún lugar más allá de costar una millonada.

¿Tienen la culpa Seis Sigma, Design Thinking, Agile, o Transformación Digital? Por supuesto que no, algo está faltando que no tiene que ver con la herramienta de turno, tiene que ver con nosotros las personas, los seres humanos, y que se refleja en las organizaciones, en mayor o menor grado, en la falta de creatividad.

El diccionario en línea de la Real Academia Española define creatividad como facultad de crear y capacidad de creación. Wikipedia la define como la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. En las organizaciones la creatividad es una función de un ambiente que permita generar ideas y del desarrollo de la habilidad para ser creativo. En otras palabras, cultura + habilidad. Estudiemos brevemente ambas partes de este función.

Cultura de creatividad y seguridad psicológica

Edgar Schein, el padre del estudio de cultura organizacional, la define como:

“el patrón de supuestos básicos que el grupo ha inventado, descubierto o desarrollado aprendiendo a enfrentarse con sus problemas de adaptación externa y de integración interna, mismos que han funcionado lo suficiente bien para ser considerados válidos, y, por consiguiente, ser enseñados a los nuevos miembros como la forma correcta de percibirse, pensar y sentir en relación con sus problemas.”

Y seguridad psicológica la define Amy Edmondson, pionera de este campo, como:

“una sensación de confianza de que el equipo no avergonzará rechazará o castigará a alguien por hablar. Describe un clima de equipo caracterizado por la confianza interpersonal y el respeto mutuo en el que las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas.”

Antes que cualquier otra cosa se necesita crear una cultura de respeto y humildad (los dos principios básicos del Modelo Shingo de Excelencia) para poder pensar en un ambiente creativo. En otras ocasiones hemos tratado este tema en blogs como el Jefe Hipopótamo y El Proyecto Aristóteles.

¿Qué tiene que hacer la alta gerencia para desarrollar un ambiente de creatividad? Como dicen Teresa M. Amabile y Mukti Khaire, profesoras de Harvard y Cornell respectivamente, no se administra la creatividad, sino que se administra para la creatividad.

“Uno no administra la creatividad. Uno administra para la creatividad.” Amabile y Khaire.

En una empresa tradicional, la administración prioriza proyectos y los asigna a diferentes personas. No está mal, pero los gerentes solamente pueden generar un grupo finito de proyectos, mientras que los empleados son potencialmente una fuente inagotable de ideas frescas si tienen los sistemas adecuados y saben enfocarse correctamente.

Los ambientes muy regulados tienden a tener bajos apetitos de riesgo, no es un buen lugar para la creatividad. Es normal también ver a los profesionales en administración hacer “Exceles” para todo, a ver si es o no rentable. Que los MBA mantengan la “cordura financiera” está muy bien, pero que también entiendan que ninguna empresa en este mundo surgió nada más de un análisis contable.

Una forma de quitarle los nervios a la alta administración es tener presupuesto para experimentar que no requiera de ningún retorno económico, sino que vaya quemando etapas, algo así como crear una gran biblioteca de aprendizajes. A partir de esa memoria colectiva se generan después nuevos productos, nuevas empresas, y nuevas alianzas. Este sistema es utilizado por las empresas de Silicon Valley y por las grandes farmacéuticas, hay que tener cuidado eso sí en destinar los recursos que la empresa pueda soportar sin poner en peligro las operaciones de corto y mediano plazo.

Habilidad Creativa

La palabra clave aquí es habilidad. Recurro nuevamente a la Real Academia de la Lengua Española para definir este término:

  1. f. Capacidad y disposición para algo.
  2. f. Gracia y destreza en ejecutar algo que sirve de adorno a la persona,

como bailar, montar a caballo, etc.

  1. f. Cada una de las cosas que una persona ejecuta con gracia y destreza.
  2. f. Enredo dispuesto con ingenio, disimulo y maña.

Todas me encantan. Las habilidades tienen dos características geniales, todos tenemos algún grado de habilidad natural, y todos podemos aprender, mejorar y desarrollar nuestras habilidades. Me gustó mucho este blog del Banco Mundial que nos habla en detalle como las organizaciones tienen que mejorar su “habilidad de desarrollar habilidades.”

Resulta que la creatividad es una habilidad, quiere decir entonces que todos la tenemos en algún grado, y que todos los podemos mejorar. Usando una metáfora futbolera no todos podemos ser Messi, pero todos podemos mejorar nuestra habilidad para jugar el futbol.

Parafraseando al mejor “TED speaker” de la historia Sir Ken Robinson, el sistema educativo se preocupa por desarrollar el cerebro más de un lado que del otro. Y la misma tónica sigue en nuestro desarrollo profesional y nuestra instrucción en la empresa. ¿Cuántas horas al año de entrenamiento reciben los empleados en pensamiento creativo? Que quede claro, Design Thinking y Agile, requieren de gente creativa, no la desarrollan. Los ciclos de ideación en Design Thinking se mantienen dentro del pensamiento convencional, los sprints se mantienen dentro del pensamiento convencional, y los mismos “creativos” de los equipos se lucen siempre con sus súper ideas, y oímos comentarios como “Fulanita es la disruptiva del equipo”, “Sutanito es el ‘volado’ del grupo”. Genial, ¿y los demás?

Hay que enseñar a nuestra a gente a pasar del pensamiento lineal y convencional al pensamiento lateral. El doctor Edward de Bono acuñó el término Pensamiento Lateral como una serie de estímulos para que el cerebro escape a sus rutas neurales preconcebidas y pueda generar nuevas vías que se abran a nuevas ideas. De Bono dedicó toda su vida a divulgar en escuelas, empresas y gobiernos que la creatividad es una habilidad que se puede desarrollar y mejorar en todas las personas.

A continuación, una lista inicial de algunas de las herramientas que puede ir probando para mejorar su habilidad de generar ideas creativas:

Verá como aumenta “la malicia” de sus soluciones y la calidad de sus ideas innovadoras si “inserta” estas y otras muchas herramientas de creatividad en sus métodos actuales.

Cerremos con estas ideas de la consultora inglesa Nadya Powell:

  1. A la creatividad le encanta la innovación.
  2. La innovación es una forma de creatividad (pero no viceversa).
  3. Sin creatividad, la innovación no puede existir.

Y repito la última, sin creatividad, la innovación no puede existir.

E!

Fotografías e imágenes:

Foto 1: “Get Creative!” by JD Hancock is licensed under CC BY 2.0

Foto 2: “climbing helping team work , success concept” by ujgmxxuy61 is marked with CC PDM 1.0

Foto 3: “Working together…” by Lollyman is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Foto 4: “Marketers: It’s time to reinvent creativity” by opensourceway is licensed under CC BY-SA 2.0

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Chairman Grupo PXS Fellow ASQ I’m part of the ASQ Influential Voices program. While I receive an honorarium from ASQ for my commitment, the thoughts and opinions expressed on my blog are my own.

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