miércoles, mayo 15

Prácticamente todo el planeta está a la expectativa de una vacuna contra el coronavirus. Si se desarrolla una vacuna segura y efectiva, la protección contra el virus salvará vidas y ayudará a la sociedad a volver a funcionar con normalidad.

Sin embargo, los expertos estiman que incluso un proceso sumamente acelerado y exitoso del desarrollo de una vacuna podría poner un producto seguro y efectivo en el mercado en aproximadamente 12 a 18 meses.

Hasta la fecha, sólo se ha aprobado una vacuna contra el coronavirus. Sputnik V, desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya en Moscú, fue aprobada, con uso limitado, por el Ministerio de Salud de la Federación Rusa el 11 de agosto.

Sin embargo, la comunidad científica internacional ha planteado una considerable preocupación por la seguridad y eficacia de la vacuna, ya que apenas está iniciando los ensayos clínicos de Fase 3.

¿Cómo se define la seguridad y eficacia de una vacuna?

Seguridad

La primera definición de la palabra “segura” es “inofensiva”. Con esta definición, ninguna vacuna es 100% segura. Casi todas las vacunas pueden causar dolor, enrojecimiento o sensibilidad en el lugar de la inyección.

La segunda definición de la palabra “segura” es “habiendo sido preservada de un peligro real”. Dicho de otra manera, los beneficios de una vacuna deben superar de manera clara y definitiva sus riesgos al ser aplicada a las personas.

Los efectos secundarios más comunes de una vacuna se identifican en los ensayos clínicos antes de que se apruebe la vacuna para su uso comercial.

Sin embargo, algunos eventos adversos son tan poco frecuentes, que pueden no ser detectados sino hasta que la vacuna llega al mercado y se ha usado en millones de personas.

Eficacia

La eficacia de una vacuna se define como el porcentaje (%) de reducción de la incidencia de la enfermedad en un grupo vacunado en comparación con un grupo no vacunado bajo condiciones óptimas. La eficacia se mide en los ensayos clínicos.

La duración de la inmunidad varía según las diferentes enfermedades y diferentes vacunas. La inmunidad de por vida no siempre se obtiene por infección natural (habiendo contraído la enfermedad) o la vacunación.

La inmunidad de rebaño (también llamada inmunidad comunitaria) es un mecanismo importante por el cual la comunidad como un todo está protegida.

Para algunas enfermedades, si suficientes personas son inmunes, entonces la transmisión de la enfermedad se reduce o elimina del todo. Sin embargo, se debe mantener una alta cobertura de la vacuna para evitar que la enfermedad vuelva a entrar en la población.

A continuación, describimos brevemente las Fases de los ensayos clínicos:

Las 4 Fases de los ensayos clínicos

Los ensayos clínicos de un nueva vacuna generalmente se llevan a cabo en 4 Fases. Antes de llegar a los ensayos clínicos, la vacuna en estudio debe haber pasado los estudios preclínicos.  Estos estudios se realizan para evaluar la seguridad, inmunogenicidad y conveniencia terapéutica de las vacunas en diferentes modelos animales.

Cada Fase de los ensayos clínicos está diseñada para obtener información diferente. Aunque las Fases generalmente se llevan a cabo secuencialmente, a veces se superponen.

Ensayos Fase 1

En la Fase 1, los investigadores prueban la vacuna potencial en los seres humanos por primera vez, para identificar las características básicas del producto, cómo el sistema inmunitario reacciona a la vacuna y cuánto tiempo permanece en el cuerpo, y para proporcionar evidencia de que la vacuna no es demasiado tóxica para nuevas pruebas humanas.

El grupo de tratamiento es pequeño (normalmente 20 a 80 voluntarios sanos), pero permite a los investigadores comenzar a ajustar los esquemas de dosificación, y a identificar efectos secundarios.

Por lo general la Fase 1 puede tomar de uno a dos años, para los ensayos COVID-19, se espera que esto tome tres meses.

En resumen, los ensayos de Fase 1 están diseñados para:

  • Realizar una determinación preliminar de la seguridad de la vacuna en los seres humanos.
  • Identificar algunos de los efectos secundarios asociados con el uso de la vacuna.
  • Empezar a definir un rango de dosis terapéutica seguro.

Esta información sirve de guía para el diseño de estudios de Fase 2.

Ensayos Fase 2

Los estudios de Fase 2 están destinados a explorar la eficacia de la vacuna en un rango de dosis específico, y para evaluar los efectos secundarios a corto plazo.

Estos estudios suelen involucrar a unos pocos cientos de pacientes que tienen la enfermedad, pero que no tengan otras condiciones de salud adicionales que podrían “oscurecer” el efecto de la vacuna en la enfermedad objetivo.

Los ensayos de Fase 2 pueden ser aleatorizados y/o controlados, pero a menudo miden valores de pruebas de laboratorio u otros biomarcadores en lugar de los resultados clínicos (es decir, los efectos sobre cómo un paciente se siente, funciona o sobrevive).

La Fase 2 por lo general se ejecuta en períodos relativamente cortos de tiempo y en un número relativamente pequeño de personas.

La Fase 2 por lo general puede tomar de dos a tres años, para los ensayos COVID-19, se espera una duración de ocho meses.

Los investigadores evalúan los resultados de la Fase 2 para determinar si los resultados preliminares son lo suficientemente prometedores para justificar un estudio de Fase 3.

En resumen, los ensayos de Fase 2 están diseñados para:

  • Comenzar a evaluar la eficacia del vacuna en la prevención de la enfermedad.
  • Determinar la dosificación óptima de la vacuna.
  • Determinar los efectos secundarios comunes a corto plazo y los riesgos asociados con la vacuna.

En el 2017, la FDA público un interesante reporte llamado: “22 Case Studies Where Phase 2 and Phase 3 Trials Had Divergent Results” en el cual concluye que los resultados de los estudios de Fase 2 pueden predecir inexactamente la seguridad y/o eficacia de un tratamiento médico (ya sea una vacuna o medicamento) en una amplia gama de enfermedades y poblaciones de pacientes.

Si bien el diseño de las pruebas clínicas se ha vuelto cada vez más flexible, y los avances en la ciencia y la estadística biomédicas han permitido la introducción de diseños de estudios no tradicionales y fuentes de datos en pruebas de Fase 3, un ensayo clínico aleatorizado y controlado (RCT-Randomized Clinical Trial) de un tamaño y duración adecuado sigue siendo el estándar de oro para determinar si existe un perfil de riesgo/beneficio aceptable para una vacuna.

Ensayos Fase 3

El objetivo de esta fase es probar la vacuna en grupos más grandes de personas, que sean más similares a las que tienen probabilidad de utilizar el producto una vez comercializado, y durante períodos de tiempo más largos.

Los estudios de Fase 3 generalmente evalúan los resultados clínicos, y están diseñados para determinar si los beneficios demostrados del producto superan sus riesgos.

Por lo general incluyen entre varios cientos y varios miles de participantes, pues los Ensayos Fase 3 deben ser lo suficientemente grandes como para revelar evidencia potencial de efectos secundarios relativamente poco frecuentes que podrían no detectarse en los estudios más pequeños.

Por lo general la Fase 3 puede tomar de dos a cuatro años, para los ensayos COVID-19, se pueden combinar con la Fase 2

En resumen, los ensayos de Fase 3 están diseñados para:

  • Obtener más información sobre la seguridad y eficacia de la vacuna para evaluar si sus beneficios superan sus riesgos.
  • Evaluar las interacciones con otros tratamientos que las personas pueden utilizar al mismo tiempo que la nueva vacuna en investigación.
  • Proporcionar información adecuada para determinar el etiquetado de la vacuna si es aprobado para su comercialización, así como cualquier limitación en el uso del vacuna que debe indicarse en el etiquetado (contraindicaciones).

Por ejemplo, si no hubiera suficiente información para demostrar que un vacuna se puede administrar de forma segura a los niños, o a las mujeres embarazadas, o a personas con alguna condición preexistente, el etiquetado indicaría estas contraindicaciones.

Ensayos Fase 4

Los ensayos de Fase 4 son estudios posteriores a la puesta en el mercado que monitorean la eficacia de la vacuna cuando esta es aplicada en millones de personas en condiciones del mundo real.

Son muy útiles para descubrir información para perfeccionar la prescripción y también pueden indicar que se deben agregar nuevas contraindicaciones a la etiqueta del producto.

Están diseñados para:

  • Continuar probando la vacuna para recopilar información adicional de seguridad asociados con el uso a largo plazo.
  • Recopilar información sobre la eficacia de la vacuna en diferentes subpoblaciones.

Estatus de los ensayos clínicos a nivel global

La OMS mantiene en permanente actualización el estatus de las vacunas que ya están en ensayos clínicos y preclínicos:

 

Draft landscape of COVID-19 candidate vaccines

 

Hoy en día que escribo este blog (30 de agosto), hay 143 potenciales vacunas en evaluación preclínica y 33 en evaluación clínica, 8 de las cuales están en Fase 3:

Es importante entender que nadie sabe cuándo estarán listas estas u otras vacunas o cuán efectivas serán. Ninguna de las vacunas experimentales ha demostrado ser segura y efectiva en la Fase 3 todavía.

Sin embargo, los países más ricos del mundo (como los Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido) ya están invirtiendo “bajo riesgo” miles de millones en las vacunas que están en más adelantadas en los ensayos clínicos.  El riesgo es la pérdida económica si finalmente las vacunas no superan exitosamente la Fase 3.

Para los países y economías de ingresos bajos y medianos, el panorama es menos alentador, en medio de esta lucha nacionalista por obtener la vacuna que podría dejar los suministros sumamente limitados para el próximo año.

Mientras tanto, el esfuerzo internacional de la OMS para adquirir vacunas para los países de ingresos bajos y medianos está luchando por ganar apoyo.

Una noticia prometedora para Latinoamérica es que AstraZeneca firmó un acuerdo con la fundación del millonario empresario mexicano Carlos Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas, que estarían disponibles para el primer semestre de 2021, esto si los resultados de los estudios de Fase 3 son exitosos.

El acuerdo con la Fundación Slim estima que la vacuna costará entre US$3 y US$4 la dosis.

Referencias

www.who.com

www.fda.com

www.cdc.gov/vaccines

www.vaccines.gov/es

www.immune.org.nz/vaccines

The unequal scramble for coronavirus vaccines — by the numbers

AstraZeneca y la vacuna contra la covid-19: México y Argentina anuncian que producirán y distribuirán para América Latina la vacuna de Oxford

Créditos fotográficos: Unsplash y Pixabay

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Licenciatura en Química de la Universidad de Costa Rica. MBA, Master en Ingeniería Industrial con Énfasis en Calidad y Manufactura, CSSGB, CQE, CQA, CBA, CMQ/OE, Regulatory Affairs Certificate: Medical Devices (RAPS). Más de 15 años de experiencia profesional en el área de calidad, en industria de alimentos, farmacéutica y de dispositivos médicos, como Supervisora de Calidad, Ingeniera de Calidad, Gerente de Calidad y Consultora.

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