jueves, mayo 2

Usted lanza una moneda varias veces, digamos 4 veces seguidas, en todas obtiene el mismo lado. Si tuviera que predecir el resultado de un quinto lanzamiento ¿qué diría? La mayoría de las personas concluye que si ha caído cuatro veces del mismo lado, ya le toca caer del otro. La realidad es que cada uno de los lanzamientos es independiente y para cada uno la probabilidad de obtener un lado determinado es 1/2 sin importar el resultado de los lanzamientos anteriores. Veamos otro ejemplo: Una máquina tragamonedas no ha entregado premio en varios días, los jugadores hacen fila para usar esta misma máquina porque “ya le toca”.

Ambos son ejemplos de la Falacia del Jugador, o Falacia del Apostador, o Falacia de Montecarlo, creer erróneamente que los sucesos pasados afectan a los sucesos futuros cuando en realidad los resultados son completamente aleatorios, como precisamente sucede en los juegos de azar.

El efecto de este fenómeno va más allá de los apostadores y afecta las decisiones de jueces, árbitros, analistas de crédito, inspectores de calidad, y posiciones similares que ven un caso tras otro. Recordemos las constantes faltas simuladas del jugador holandés de futbol Arjen Robben. En el partido México – Holanda de octavos de final del mundial de Brasil 2014, el árbitro portugués Pedro Proença decreta penal en el minuto 91 luego de una “clavada” de Robben. En casos como este el árbitro concluye que es probable que ésta si haya sido una falta real, luego de varias faltas simuladas previas del jugador. Lo mismo lo sucede a los “umpires” de béisbol que ante un lanzamiento apretado aumentan su probabilidad de cantar “bola” después de haber cantado un “strike” y viceversa (hasta un 5% según las investigaciones de Toby Moskowitz de la Universidad de Yale).

La Falacia del Jugador tiene un efecto real sobre las decisiones de inspectores de calidad. Por ejemplo si un analista de crédito en un banco ha aprobado tres créditos seguidos, aumenta la probabilidad de que rechace el cuarto aún si es completamente igual que los anteriores. Si un inspector de calidad ha aprobado secuencialmente varias muestras seguidas, su juicio para la siguiente muestra será condicionado por las muestras anteriores y aumenta la probabilidad de que la rechace. Igual sucede al contrario, si ha rechazado varias muestras seguidas aumenta la probabilidad de que acepte la siguiente aún si es completamente igual a las recién rechazadas.

¿QUÉ PUEDE HACER UN INSPECTOR PARA EVITAR LA FALACIA DEL APOSTADOR?

Tres consejos para evitar tomar decisiones condicionadas por la Falacia del Apostador.

  1. Conozca, entienda y repase la teoría de la probabilidad. Un técnico educado en la teoría de la probabilidad entiende que cada muestra es independiente de la anterior, y por lo tanto no busca patrones donde no los hay. La existencia de un patrón solamente se puede deber a una causa asignable de variación, cuya probabilidad para el caso de una distribución normal es aproximadamente de 1 en 1000.

  1. Inspeccione cada muestra contra los patrones y plantillas adecuados. Cada vez que se presente una situación nueva hágalo saber a los responsables de los patrones y plantillas para mejorarlos cada vez más. No tome una muestra a la ligera porque ya ha inspeccionado muchas otras, en cada caso siga paso a paso el procedimiento de inspección.

  1. Rompa la secuencia. Si tiene más de una hora de estar haciendo el mismo tipo de inspección, si la inspección siguiente es igual a la inspección anterior, rompa la secuencia haciendo algo diferente por unos minutos. Complete un reporte, pase de inspección visual a inspección con instrumentos, camine unos minutos, haga algo diferente y luego regrese a la rutina.

La Falacia del Apostador condiciona las decisiones de los inspectores sobre todo cuando se trata de atributos. En todos aquellos casos en que tenemos que hacer inspección secuencial de atributos seamos conscientes de este potencial error para mantener nuestras decisiones “fresquitas” y correctas la mayor parte del tiempo posible.

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Chairman Grupo PXS Fellow ASQ I’m part of the ASQ Influential Voices program. While I receive an honorarium from ASQ for my commitment, the thoughts and opinions expressed on my blog are my own.

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