Hay una gran probabilidad de que si usted pasó por nuestros programas sea un PXSiano, al igual que los que trabajamos en PXS. Un poquito de historia es necesario para ubicarnos.
En junio del año 2001 recibí una llamada de Marcela Murillo, gerente de calidad de Panduit en Costa Rica. Marcela me pidió ayuda para certificarse como CQE, Certified Quality Engineer, de la ASQ. Recuerdo que sus palabras fueron “en corp. me están pidiendo que me certifique y yo sé que vos sabés de eso”. Esa fue la oportunidad para hacer realidad un sueño que tenía desde mis estudios de maestría en la Universidad de Massachusetts, ayudar a profesionales locales a certificarse. El cortejo y la pasión por la excelencia que empezó con Paul Kales, Sammy Shina y mis otros maestros de UMass, tomó forma con esa llamada de “Marce”.
Luego del primer grupo de CQE, y con la ayuda de Eduardo Peña, primer certificado de ASQ en Costa Rica y “proctor” de exámenes, inició un fenómeno prácticamente viral. También es importante en la historia la confianza de Bill Wortman, CEO del Quality Council of Indiana, quien a “ojos cerrados” nos convirtió en sus aliados con los “primers” de certificación.
A la certificación de ingeniero de calidad le siguieron Certified Six Sigma Black Belt con la Cámara de Industrias de Costa Rica y Certified Quality Manager, que ahora se llama Certified Manager of Quality and Organizational Excellence. El virus se extendió a Honduras con Black Belt y luego toda Centroamérica principalmente con Green Belt.
En el 2006, con varios socios que luego dejaron la empresa para desarrollar otras visiones, se creó PXS Performance Excellence Solutions, dando lugar a la consolidación de una empresa dedicada, inspirada y obsesionada con el concepto de excelencia. Como nota curiosa cuando quisimos comprar el dominio www.pxs.com ya estaba tomado así que optamos por pxsglobal.com, y hasta el día de hoy mucha gente se refiere a la empresa como “PXS Global”.
La identidad de PXSiano vino, desde el 2011, cuando tratamos de definirnos como miembros del equipo de trabajo. Simplemente “empleado” no era suficiente, y “colaborador” es más cosmético que realmente representativo de un cambio sustancial en la relación laboral. “Colaborador” suena más bonito, pero “empleado” sigue siendo mucho más honesto. PXSiano va mucho más allá de esos términos y envuelve, no sólo a los que laboramos en la empresa, sino también a los clientes, proveedores, familia, amigos.
Un PXSiano es una persona identificada plenamente con la práctica, comunicación y promoción de la excelencia a través de su relación directa o indirecta con PXS.
En nuestra búsqueda de la excelencia hemos escogido como nuestras herramientas la mejora continua, principalmente a través de Lean y Six Sigma; y la innovación sistemática, con Pensamiento Lateral como el método que más dominamos. Además nos caracteriza el uso práctico de la tecnología de información, y la constante búsqueda del lado humano del trato laboral.
Un PXSiano resuelve problemas, es curioso, busca la causa raíz, se mete de lleno a los procesos, habla con todos, se equivoca porque hace, aprende y corrige y crece un poquito más todos los días. Tiende a “nerd” y “geek” sin que esa sea su razón de ser, ve en la matemática y en la estadística aliados centrales para encontrar la verdad.
Un PXSiano es líder porque contagia a los demás con sus acciones, su influencia viene de la sinceridad de sus actos, y sobre todo, un PXSiano disfruta con alegría ser todas esas cosas. Hace que los demás digan “yo quiero ser así”.
Algunos PXSianos tenemos la bendición de trabajar en PXS, pero la mayoría son nuestros estudiantes, nuestros clientes, nuestros proveedores. Los “fans” de la excelencia tienen en nosotros a sus servidores.
PXSianos, sigamos el contagio, “contaminemos” a todos a nuestro alrededor con el virus de la excelencia, hagámoslo con mucho ejemplo y poco discurso. “Evangelicemos”, decía San Francisco de Asís, “y de ser necesario, usemos palabras”.