¡Siempre, el director de la empresa quiere que las cosas pasen — que los resultados se den!
Como acercarnos a un mundo ideal, donde cada uno de los colaboradores coopere, donde cada uno de lo máximo que tiene, donde se movilice con fuerza, donde se venga con ilusión a trabajar, donde estén dispuestos a jugársela
En este punto, recordemos que la persona, puede motivarse por fuerzas externas y/o por fuerzas internas.
Un director de empresas inteligente buscaría como afectar estas fuerzas — lo que lo pondría en una posición de lograr impactar sus colaboradores, para que eventualmente estos impacten los resultados de la organización.
Las fuerzas externas son muchas y las herramientas para trabajarlas/manipularlas ya las conocemos — una visión clara del negocio, claridad en las funciones, claridad en la contribución, más salario, más dividendos, más beneficios, etc.
¿Y las fuerzas internas? ¿podríamos explorar este tema…o será exógeno al mundo laboral? es precisamente este tema — el despertar las fuerzas internas, el de entrar en contacto con las fuerzas internas lo que generar una motivación más sostenible, desde toda perspectiva —- llamémosle así, mas sana.
¿Primero validar si las fuerzas internas son tangibles — y como se ven? Cuando una persona entre en un proceso de flow, donde el tiempo pasa o no pasa, dado que la persona está respirando profundamente y deleitándose en su quehacer — es cuando estas fuerzas internas están en juego. Esto sucede cuando estamos viviendo nuestra pasión — cuando estamos haciendo “lo que nos gusta” —- cuando estamos en “nuestro charco”.
un primer paso, decía El joven Simon Sinek, inglés, nacido en 1973, propuso el círculo de oro que muestra que el 100% de las personas saben qué están haciendo, pero sólo una parte de estos (25%) saben cómo hacerlo y que un reducido grupo (6%) entiende para qué se hace. El enseña que aquí está la clave y el motor principal del trabajo y del éxito descubrir y poner en la mente el “para qué” hacemos las cosas.
Víctor Frankl, psiquiatra, sobrevivió a los campos de concentración nazis entre 1942 y 1945, con 37 años, por escribir su libro “El hombre en busca de sentido” un tratado del comportamiento humano en condiciones infrahumanas, para publicar su estudio psiquiátrico que dio origen a la Logoterapia. Él afirma: “sólo puede vivir quién tiene un motivo para vivir”.
Abraham Maslow, psicólogo, publicó en 1943 su libro “La teoría humana de la motivación” donde propone su pirámide/jerarquía de las necesidades humanas: Fisiológicas, Seguridad, Afiliación, Reconocimiento y Autorrealización que también llamó “motivación de crecimiento” o “necesidad de ser”.
La herramienta que nos permite lograr despertar esta fuera interna es el Ideal Personal.
En PXS, trabajamos con nuestros clientes para mejorar su desempeño hacia la Excelencia. Es así, como introducimos el curso de Ideal Personal, curso a través del cual acompañamos a la persona, a que descubra su Ideal Personal (IP). Consiguientemente, el IP para a ser una herramienta que permite orientar el día a día de la persona. El IP, pasa a ser el norte objetivo que atrae la toma de decisiones de la persona, en todos los ámbitos de su vida. Tener claro el IP, cambia la relación con la vida, la relación con uno mismo, y con los demás — dado que habrá una fácil y comprensible unidad existencial que permite ese éxtasis de felicidad que sentimos cuando llega a nosotros una coherencia entre lo que pensamos, decimos y lo que hacemos.
Si los principales responsables de mover la empresa tuviesen claro su ideal personal, ese escenario, nos sacaría de arrear gatos y pasaríamos a un nivel de enfoque y resultados muy diferente.
