lunes, abril 29

Es fácil recordar ya sea en el colegio, universidad o también aquí en PXS siempre algún profesor que, luego de negociar en qué grupo de trabajo o cuántos por equipo podían participar, podíamos escucharlo decir: “acostúmbrese a trabajar con todo tipo de personas, porque en la vida no vas a escoger tu equipo”. Palabras tan sabías y ciertas en el desarrollo de cualquier proyecto o tarea que nos íbamos a dedicar a emprender, pero en el fondo sabíamos que no siempre llegábamos a lograr la perfección…había muchas ocasiones en que pensábamos igual que nuestros compañeros y limitábamos la imaginación o hasta no entendíamos como poder trabajar con diferentes personas y perfiles.

Garantizar la satisfacción de los participantes y lograr la perfección en un proyecto, conlleva siempre a madurar y combinar conceptos tan básicos como analizar los perfiles que vamos a necesitar entre las personas con una muy buena mezcla de conocimiento en todo sentido y eje necesario. En otras palabras, garantizando siempre que vamos a tener cubierto todo ámbito en un proyecto.

Ampliemos este concepto con un ejemplo. Pongamos robots en sucursales de banco y pasemos a nuestros cajeros a analizar los procesos o dar mantenimiento a estos robots. Imaginemos que tenemos 10 sucursales en todo el país. ¿Quiénes necesito en mi equipo para emprender tan innovador proyecto? ¿Qué niveles técnicos debo de manejar para empezar el proyecto? ¿Cómo manejo el rumor mientras estamos valorando y midiendo el proyecto de: “nos están cambiando por máquinas y nos vamos a quedar sin trabajo”?

Definitivamente necesitaremos gran cantidad de diferentes perfiles para poder manejar de una forma óptima el desarrollo de este proyecto y más importante, todo un equipo que hable el mismo lenguaje de mejora y herramientas.

Y es que en esta situación es dónde nos olvidamos muchas veces de las personas y nos enfocamos en sólo empezar a nombrar por nombrar nuestros black belts, green belts, yellow belts y white belts…en algunas ocasiones hasta Master black belts y no está mal, pero no recordamos que al final los procesos dependen de tener equipos multidisciplinarios (ojalá con los perfiles antes dichos)  y no sólo de los ingenieros quiénes son normalmente los que se dedican a especializarse en estas herramientas.

Volvamos a nuestro ejemplo y hagamos nuestro “11 ideal”:

Sponsor: Persona que nos ayudará a liberarnos el camino, nos da recursos y está siempre ahí con nosotros. ¿Gerente general? ¿Cómo será su entendimiento con la cultura millenial en la que hoy la gran parte de nuestra fuerza laboral está sometida? ¿Está en la capacidad de comunicarse? ¿Cómo es su perfil?

Master Black Belt: Dará guía y apoyo a los “blacks”. ¿Consultor externo? ¿Cuál es su experiencia? ¿No sólo en medir y herramientas de mejora, sino en el entendimiento de los nuevos cambios?

Black Belts: Amplio conocimiento de herramientas tanto avanzadas como básicas. Grandes capacidades de liderazgo. ¿Necesariamente es un ingeniero? ¿Sólo debería de haber uno? ¿Qué perfil necesita tener y conocimientos? ¿Los capacitamos?

Green Belts: ¿jefes? ¿dueños de procesos? ¿El compa de todos en la sucursal? Tiene un gran poder por su relación con la gente y si no lo escogemos bien nos puede echar el proyecto para abajo.

Yellow Belt: ¿Cuántos? ¿Quiénes? ¿De qué departamentos?

White Belts: Entienden y saben para qué se hace la mejora, pero igual que los Yellow ¿cuántos? ¿De qué departamentos?

Creemos que al final es un poco más complejo que solo poner a X o Y personas porque les fue bien en A o B proyectos para tener a nuestro “11 ideal”. Cada proyecto es diferente y la conformación de equipos ya sean de mejora, proyecto, autodirigidos o de función cruzada deben de ser rigorosamente seleccionados y ojalá que todos…absolutamente todos hablen el mismo lenguaje de mejora porque al final todos lo van a hacer para satisfacer una necesidad de los clientes.

Uy casi lo olvido. Siempre, siempre, siempre, siempre una carnita no está demás para celebrar el cierre de un proyecto.

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