Hace varios años tuve la maravillosa experiencia de viajar a Utah para recibir un entrenamiento durante una semana en Excelencia Operacional, recuerdo que al final de aquella increíble semana, volvíamos a Costa Rica con la convicción de que podríamos hacer las cosas diferentes y mucho mejor en nuestro trabajo, habíamos podido conocer de primera mano lo que es un modelo de gestión empresarial que no se parecía nada a lo que habíamos conocido.
Años después, muchas cosas cambiaron, y la vida me sorprende con la oportunidad de regresar a Utah a aprender más del Modelo Shingo, cuando estuve la primera vez por acá no sabía que esta es la ciudad que vio nacer el modelo Shingo, ni que acá estaba el Instituto Shingo, tampoco sabía que la compañía que visité era una de las ganadoras del prestigioso Premio Shingo. Esta ocasión la expectativa es muy alta ya que sabemos que vamos a “tomar de la fuente”, a conocer el “Hombu Dojo” de la excelencia y a “entrenar” con los Shihanes de la excelencia.
Les comparto las crónicas de los primeros días del campamento Lean:
Día 0: varias cosas interesantes aprendimos este día, en abril aún puede caer nieve (claro Trump niega el cambio climático), el snowboard es un deporte muy chuzo, levantarse de la nieve con la tabla es como hacer 20 burpies …
Día 1: dejando de lado el ocio visitamos las instalaciones del Instituto Shingo donde nos sorprende un modesto edificio dentro de una universidad impresionante, pero claro cómo podía ser diferente, muy apropiado que el Hombu Dojo de la excelencia sea modesto y práctico, las oficinas justas para el trabajo justo, recuerde que la excelencia no es jactanciosa.
Nada más llegar y el Director del Instituto nos da una amistosa bienvenida, dos charlas increíbles nos regalan esa mañana. Ken Snider habla sobre el rol de la calidad dentro del Modelo Shingo, el enfoque que propuso el mismo Shigeo al respecto: “Zero Quality Control”, me deja mucho para reflexionar posteriormente cómo estamos afrontando el tema de calidad en las organizaciones y cómo desde la universidad (me cuesta quitarme el sombrero de profesor) estamos enseñando a los futuros ingenieros a hacerlo. El control estadístico de la calidad no está pensado o no está trabajando en la reducción de los defectos a cero, está haciendo análisis reactivo y no aborda el tema central que debería de ocupar nuestro mayor tiempo: eliminar la generación de los defectos, este tema lo desarrollaré más a profundidad en un futuro blog.
El Director de investigación del Instituto Shingo nos explicó desde su perspectiva la complejidad de los sistemas en que están inmersas las empresas, las interacciones entre los actores y los efectos de esa interacción.
Por la tarde un ejercicio de humildad y de tratar de ver las cosas que no son evidentes de un solo vistazo, he de reconocer que el valor de la visita de la tarde lo pude percibir en la noche conversando con Javier y Diego eso me hace caer en cuenta de cuanto me falta estudiar y entender el Modelo Shingo, que alegría ver todo lo que falta por aprender y que hay donde aprender y madurar en el modelo.
La lección del día gira entorno a las dificultades de una implementación que no nace desde la gerencia y el cómo ir avanzando y vendiendo el modelo a base de logros pequeños pero incrementales, volver a buscar los comportamientos y no solo las herramientas y recordar que el modelo Shingo lo deja claro la excelencia se evidencia en comportamientos.
Día 2: Una visita maravillosa, una compañía pequeña en tamaño pero grande en excelencia, donde se vive de forma muy interesante el modelo Shingo. Solo llegar y el propietario nos recibe con gran alegría y entusiasmo, la pasión se desborda al hacernos una introducción a su empresa, la vocación por enseñar y compartir lo que han construido y reconocer sin temor qué la excelencia operacional ha cambiado por completo su forma de gerenciar, escuchar a un gerente decir que su trabajo es dar claridad sobre el verdadero norte de la organización y ayudar a quitar los obstáculos que su gente pueda encontrar en el camino trazado definitivamente es gratificante, son estos los casos en que me digo que realmente es posible, que no solo en el libro se ve bonito y bien, sino que realmente funciona.
Ya en el Gemba, se nos presenta un proceso con un alto nivel de flujo y una administración visual muy sencilla pero increíblemente funcional, sí son herramientas y quizá sea lo menos importante, pero encontrar un sistema andon con vasos plásticos de color verde y rojo, no tiene nombre. O´Sensei (Fundador del Aikido) solía decir que no hay técnicas avanzadas, que son las técnicas básicas practicadas con un alto grado de maestría lo que se consideraba como técnicas avanzadas, hoy pudimos presenciar esto en un entorno de herramientas en Lean, recordemos que siempre se dice que hay que mantener los sistemas y herramientas lo más sencillo posible, que hay que hacerlo práctico y funcional, eso fue justamente lo que pudimos ver de primera mano, herramientas y sistemas hermosamente simples que cumplen su función porque están alineados y en respeto de los principios correctos, y eso es lo que da resultados.
Y aún nos esperan tres días de esta maravillosa experiencia.