sábado, abril 27

¿Cómo hago para que esta vez los cambios funcionen?

 

Esta es una pregunta que podemos encontrar en muchos líderes que han invertido una suma importante de dinero y tiempo en iniciativas que buscan alcanzar resultados. Aun así, siempre parece difícil mantener y sostener el impulso inicial. Las organizaciones pueden tender a perder la esperanza y creer que no van a poder salir de esa sensación de “sabor del mes” en la implementación de nuevas herramientas o mejores prácticas. “Esto es para otro tipo de empresas, pero no aplica para nosotros”. Las empresas pueden tender a “matar” o descalificar la herramienta sin entender que el problema no se encuentra en la herramienta.

El modelo Shingo plantea que para alcanzar resultados ideales requerimos contar con una serie de comportamientos ideales. Pero, ¿cómo hacer para cambiar o acercar los comportamientos de las personas hacia el ideal?

Primeramente, se deben de poner en su lugar una serie de principios guía que permitan informar a todos en la organización cuáles son los comportamientos ideales, y cuáles son las consecuencias de acercarse o alejarse de ellos.

El modelo plantea 10 principios agrupados en 4 grandes categorías, que podrían resumirse en personas, procesos y propósito que nos lleven a alcanzar el resultado de agregar valor a nuestros clientes. Estos principios responden a la pregunta ¿por qué hacemos lo que hacemos?

De la mano de los principios guía, necesitamos poner en su lugar una serie de sistemas que nos conduzcan hacia los principios guía. Estos sistemas deben responder a las preguntas ¿cuándo, dónde y quién, debe hacer qué?

Las herramientas, comienzan a tener mucho más sentido cuando las utilizamos como habilitadores en el correcto funcionamiento de los sistemas que nos conducen a resultados y no solo como una iniciativa aislada que no tiene conexión con la estrategia y la forma de comportarnos.

Cuando hemos logrado poner los principios, sistemas y herramientas en su lugar, estas van a apoyar el cambio cultural hacia la excelencia. Esta excelencia se va a reflejar en los resultados, específicamente en el triángulo dorado: clientes contentos, empleados contentos y socios contentos. Cuando una organización alcanza esta combinación, logrará la sostenibilidad en el tiempo que tanto ha venido buscando.

Durante las próximas semanas profundizaremos en cada una de los cuatro niveles de los principios guía, para comprender mejor, cómo es que estos principios nos conducen hacia los resultados ideales. Así que los esperamos la próxima semana con la primer entrega sobre Habilitadores Culturales.

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Ingeniero en Producción Industrial. Master en Administración de Empresas con énfasis en Finanzas. Miembro de la American Society for Quality (ASQ). Además es Facilitador en Pensamiento Lateral, metodología de Innovación Sistemática. Ha participado en la certificación de más de 500 profesionales en las áreas de Calidad, Green Belt, Black Belt y Lean en la región Centroamericana. Tiene 10 años de experiencia en empresas públicas y multinacionales en sectores de dispositivos médicos, industria alimentaria, baja y alta tecnología, industria financiera, como Supervisor de Producción, Director Ejecutivo, Director de Operaciones, Consultor e Instructor.

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