A pesar de reconocernos como el ser “racional” del universo, muchas de nuestras decisiones parecen ser completamente irracionales. El tema ha fascinado a filósofos por siglos, y es cuestión central en las publicaciones de psicología. Para nosotros en Excelencia Organizacional, y en particular en Mejoramiento Continuo, es fundamental revisar constantemente la racionalidad, o su ausencia, en nuestras decisiones y conclusiones. Tomemos en cuenta que cada decisión final pasa por un complejo filtro que incluye, simplificándolo hasta donde sea posible, nuestros deseos, cultura, código moral, estado de ánimo, análisis de riesgo y análisis de información existente. Es necesario utilizar métodos y herramientas para mejorar esta carencia natural de racionalidad.
Increíblemente vemos como jefes y colegas siguen utilizando la “muestra de un dato” y los análisis determinísticos, y los discursos anecdóticos para tomar decisiones.
La peligrosa muestra de un dato y los análisis determinísticos. Son esas reuniones de urgencia donde se discuten acciones instantáneas porque un indicador desmejoró desde su última revisión. Se toman las decisiones más alocadas y desafortunadas cuando no se toma en cuenta el carácter sistémico y aleatorio de las mediciones. Por supuesto que el número cambiará de toma a toma, pero ¿es ese cambio significativo o solamente aleatorio?
Los discursos anecdóticos para tomar decisiones. La ausencia de datos o la incorrecta interpretación de éstos, resulta en una serie de “discursos” y explicaciones que suenan muy bonito pero no tienen sustancia. La mejor anécdota gana, y esa es la conclusión y decisión de turno.
En cualquiera de los dos casos anteriores reinará la confusión, nadie confiará en las decisiones, y cada quien reforzará su interpretación irracional de la realidad.
Hagamos por un momento que don René Descartes y Sir Francis Bacon estén orgullosos de nosotros, los practicantes de la Mejora Continua. Repasemos los pasos del método científico:
- Paso 1: observación.
- Paso 2: inducción.
- Paso 3: hipótesis.
- Paso 4: experimentación.
- Paso 5: demostración o refutación.
- Paso 6: conclusiones, y para nosotros, decisión final.
Claro está, le tenemos otros nombres: DMAIC, PDCA, A3, 8D, 7 Steps, y muchos otros más. Lo importante es que si aplicamos el Método Científico disminuimos la dependencia en la prueba y error, aumentamos nuestra productividad personal y empresarial, disminuimos costos y ejecutamos con mayor precisión.
Repasemos rápidamente, somos históricamente malísimos para tomar decisiones racionales, entonces necesitamos herramientas que nos ayuden a llegar a conclusiones más apegadas a la realidad, y que esta realidad sea lo más independiente posible de nuestra historia, cultura e ideas preconcebidas.
Si usted ya es un practicante de la Mejora Continua, vaya y haga nuevos adeptos, “contamine” a alguien en su organización, su casa, su comunidad. Si usted es nuevo, venga, “contamínese”, recuerde, repase y use el método científico, aumente la racionalidad de sus decisiones.