Las instituciones públicas tienen como misión crear o generar valor público para entregar los servicios como salud, educación, seguridad, entre otros, tomando en consideración la perspectiva del usuario para entregar un producto o servicio de forma ágil, en tiempo y con las condiciones óptimas.
Tomando como referencia las necesidades de los usuarios, es que todas las instituciones deben generar modelos de innovación para atender los requerimientos actuales, analizando los factores externos, las tendencias y desarrollo de nuevos enfoques que permiten aplicar mejoras y crear valor público.
Para crear ese valor público, uno de los requisitos es innovar, Mario Morales en su libro “Adiós a los mitos de la innovación” explica que la innovación consiste en implementar una idea que crea valor y se puede resumir en la siguiente forma:
Innovación=Oportunidad x Creatividad x Ejecución=Nuevo Valor
Como vemos la innovación tiene en su mismo concepto la respuesta de las misiones de las instituciones públicas porque aplicando nuevas ideas se generan grandes cambios que cuando se ejecutan generan importantes aportes a los servicios o productos que se brindan.
En las referencias bibliográficas analizadas, se indican algunos elementos clave para desarrollar la capacidad de innovación en una empresa, en donde se definen como: estrategia, procesos, métricas, estructura, talento, cultura e implementación y como factor importantísimo, el compromiso de la alta gerencia.
Una vez conocidos estos elementos, es necesario ahondar uno por uno sobre cuáles son los requisitos y qué componentes son indispensables para que se implementen de manera óptima con el propósito de crear la capacidad de innovación.
La estrategia de innovación debe contener aspectos relevantes que respondan a preguntas específicas sobre el sistema, qué quiero hacer con la innovación en la empresa o institución, cual es la visión, que objetivos y metas se tienen, cómo voy a establecer la innovación y como se alinea con la visión estratégica, donde y cuando, lugar y fecha de los esfuerzos que se van a desarrollar y un término muy relevante para el éxito de muchas ideas innovaras es el ¿con qué?, de donde vendrán los recursos, que fuentes de financiamiento surtirán las necesidades y esfuerzos de los proyectos de innovación que se generen.
El siguiente componente clave son los procesos, es vital que se determine cual será la forma de trabajo, herramientas y pasos para concretar un proyecto de innovación, si no se tienen claramente definidos los procesos, aunque exista una fuerte cultura de innovación no se tendrán resultados positivos. Esta es una de las etapas más enriquecedoras porque es donde se da la identificación de oportunidades de innovación y en donde la idea se convierte en realidad si hay elementos positivos, es necesario hacer el proceso simple y flexible.
Y como bien la teoría lo ha señalado en muchos aspectos, lo que no se mide no se controla y lo que no se controla no se mejora, por lo que llegamos a las métricas que son la llave para medir los esfuerzos realizados y que nos dan indicadores que permiten brindar información al proceso de innovación. Se deben establecer métricas en todas las etapas del proceso que permitan obtener resultados tangibles, es importante ir recorriendo el camino de las métricas desde una etapa inicial e ir creciendo, ya que tampoco es saludable establecer un sinnúmero de indicadores que no me den información útil y me hagan gastar esfuerzos y presupuesto en actividades que no agregan valor.
Sobre el tema de estructura, se podría decir que existen diversos tipos y que cada institución o empresa debe crear aquella que mejor se ajuste a sus necesidades, sin embargo en el sector público es bastante difícil generar una estructura formal para llevar estos temas, se ha identificado que existen focos de innovación con personas que lideran procesos, las cuales desarrollan en alguna medida proyectos de innovación pero que no se cuenta con un líder en la organización, que logre unificar recursos y esfuerzos para brindar mejores servicios o productos, lo que lleva a crear un debate bastante amplio sobre si la estructura debería crearse en la línea organizacional o si más bien el proceso de innovación debe fluir transversalmente en la institución. Como puntos relevantes, lo primero que se debe hacer es designar una persona que coordine todos los esfuerzos o una unidad si la estructura organizacional es muy grande y que a partir de buenas prácticas se inicie con la implementación del sistema de innovación.
El tema del talento humano es clave para cualquier organización sea pública o privada, son el motor de las empresas, mueven los mercados y generan un valor intangible con el conocimiento y experiencia que aportan; para este factor, se podría decir que una persona no necesariamente por ser creativa es innovadora, sin embargo existen roles que permiten identificar a las personas en los equipos multidisciplinarios de innovación, en donde muchas veces una persona tiene más facilidad para ejecutar actividades que para ser creadores, por lo que es indispensable analizar que competencias deberían buscarse de acuerdo con la etapa del proceso en que se encuentren los equipos.
Acerca del tema de cultura se podría escribir mucho, pero específicamente esta se ve impactada por dos conceptos, el primero la actitud y el segundo el estado mental de las personas hacia la innovación, una cultura de innovación se crea por medio de valores y actitudes que se viven en el día a día en las organizaciones, la cultura implica inversión de tiempo, es que la alta gerencia tenga visión y liderazgo para motivar y generar talento y se permita experimentar para salir de la zona de confort, en todas las organizaciones debe existir una diagnóstico de la cultura de innovación y a partir de estos resultados iniciar un plan para conseguir implementar el sistema de innovación.
Llegando a la etapa que permite visualizar la innovación como una realidad, es que se desarrolla la ejecución, es el concepto de hacer realidad una idea, sin ejecución se quedaría corto el concepto de innovación, lograr ejecutar un proyecto y echarlo a andar es de las acciones más complicadas en el mundo empresarial, debe existir compromiso, brindando recursos, enfoque en pocos proyectos para no perder el horizonte y mucho liderazgo para conducir al equipo y generar valor, que al final para empresas privadas resulta incrementar sus ganancias pero en el sector público significa brindar mejores servicios y de más calidad.
Una vez que conocemos el ¿cómo innovar en instituciones públicas? la siguiente pregunta lógica sería ¿para qué invertir tantos recursos en un sistema que requiere tanta dedicación?, la respuesta es sencilla, innovar hace crecer, genera nuevas formas de hacer las cosas, permite que el mundo avance y genera el valor público que es tan ansiado en las instituciones, la razón de ser de todas las entidades gubernamentales es brindar servicios óptimos y si se quedan con prácticas obsoletas el mismo país no avanza, por eso el costo de implementar un sistema de innovación no debería medirse solo por lo que se invierte sino por aquellos resultados que mejoran la calidad de los servicios, la gestión operativa interna y reducen los costos al final de la ejecución de nuevos proyectos de innovación.
El sector público debería tener un proceso de innovación en todas las instituciones que lo conforman, porque hoy es un requerimiento para que la experiencia del cliente sea positiva, tomando como referencia las tendencias mundiales en esta materia.
Autora: Johanna Mora Ulate.