Todos hemos oído hablar de la famosa Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, uno de los documentos más importantes en el desarrollo del concepto moderno de democracia. El párrafo dos es posiblemente el más famoso, aquel que dice:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”
Enorme afirmación que les recuerda a los gobernantes que si no la cumplen le dan el derecho al pueblo de abolir al gobierno y sustituirlo por uno que se funde en estos principios.
Por otro lado, Steven Covey, el gran maestro que nos regaló Los siete hábitos de las personas altamente efectivas, nos indica que todavía mejor que la independencia es la interdependencia.
No sé a ustedes, pero a mí no se había ocurrido antes cruzar ambos conceptos en una declaración de interdependencia. Bueno en realidad no se me ocurrió, sino que lo vi en un tuit del filósofo y pensador de la administración de empresas Henry Mitzberg. Me pareció oportuno empezar este nuevo año con este tema.
INTERDEPENDENCIA EN MEJORES RESULTADOS EN NUESTRO TRABAJO
Hace unos años oí hasta el cansancio que innovación era la nueva y única manera de mantenerse competitivo y que nos olvidáramos de Lean, y six sigma y calidad,y esas cosas. Luego la tal innovación desapareció, al menos como estaba prometida. Ahora igual me cansa escuchar a los nuevos gurús del Agile volver a disparar contra la mejora continua y desvirtuarla por completo. Mientras tanto nosotros los “dinosaurios” de la mejora estamos más que felices de abrazar al SCRUM, y el agile y agregarlos con mucho gusto a nuestra caja de herramientas.
Pues resulta que existe desde hace unos años una declaración de interdependencia agile que dice más o menos así:
“Nosotros:
- Aumentamos el retorno sobre las inversiones al hacer que el flujo continuo del valor nuestro foco.
- Damos resultados confiables al involucrar a los clientes en interacciones frecuentes y propiedad compartida.
- Esperamos incertidumbre y nos manejamos a través de ella mediante iteraciones, anticipación y adaptación.
- Damos rienda suelta a la creatividad e innovación al reconocer que las personas son la fuente fundamental de valor, y al crear un ambiente en el que pueden hacer una diferencia.
- Impulsamos el rendimiento a través de la responsabilidad del grupo por los resultados y la responsabilidad compartida de la efectividad del grupo.
- Mejoramos la efectividad y la confiabilidad a través de estrategias, procesos y prácticas específicos para cada situación.”
Aunque inicialmente esta declaración se hizo con proyectos de software en mente, su alcance es mucho mayor, tanto en tipos de proyectos como en herramientas y metodologías que pueden ser utilizadas. No veo problema en usarla en proyectos de mejora continua, de creación de productos o servicios nuevos, de software, etc. Y la veo muy adecuada para black belts, PMPs, SCRUM masters, a ver si dejan de pelear sobre quien es más que el otro.
Bien hace Jeffrey Ries cuando junta Lean, Six Sigma, Lean Startup, Lean Enterprise, Lean Analytics, Agile, Kanbam, SCRUM, Sprint, Kaizen como formas a disposición de los profesionales para alcanzar sus resultados y los resultados de sus empresas.
¿Y qué pasó con Tito Mitzberg? Uy, su propuesta es mucho más holística y habla de nuestra responsabilidad con el ambiente, la comunidad, distribución de la riqueza y otros temas de grandísimo calibre. Aquí la pueden ver (y hasta firmar).
Hagamos de la interdependencia nuestro mejor aliado para ser efectivos. No está demás agregar a sus resoluciones de Año Nuevo su propia Declaración de Interdependencia.
E!