COVID19: Cómo salirnos de la tiranía del “ó” para adoptar el genio del “y”

Jim Collins en su libro “Build to Last” nos plantea que las organizaciones altamente visionarias tratan de evitar la tiranía del “o”, ese rechazo racional a vivir dentro de las paradojas, es decir, tener que aceptar ideas o fuerzas contradictorias al mismo tiempo. La tiranía del “o” presiona a las personas a creer que las cosas deben ser A o B, pero no ambas. Conceptos como cambio o estabilidad, conservador o valiente, bajo costo o alta calidad.

En los últimos meses, la humanidad parece que ha entrado a la tiranía del “o” con la pandemia ocasionada por el COVID19. La discusión se ha centrado en “Salud o Economía”. El mismo Collins nos plantea que en lugar de vivir sujetos a la tiranía del “o”, el éxito de las grandes organizaciones del mundo se centra en liberarse con la genialidad del “y”, es decir, la habilidad de adoptar ambos extremos de una serie de paradojas al mismo tiempo. Volviendo a la situación que planteamos, ¿será posible vivir protegiendo la salud y la economía?

Y no hablamos de balance, porque este implicaría un punto medio, un 50-50 que nos podría llevar a correr el riesgo de no cumplir con ninguno. ¿Irracional? Tal vez ¿Raro? Si ¿Difícil? Absolutamente, pero “La prueba de una inteligencia de primer nivel es la capacidad de mantener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo, y aún así conservar la capacidad de funcionar”. Esto es exactamente lo que las organizaciones visionarias deben hacer.

Romper el pensamiento convergente

Comprendiendo el funcionamiento del cerebro, encontramos que la creatividad es un proceso antinatural para nuestro cerebro, ya que el cerebro no está diseñado para pensar, sino para establecer patrones rutinarios. Y esto lo hace por un tema de eficiencia, para mantener un equilibro entre funciones y gasto de energía, el cerebro crea patrones (modelos mentales, caminos neurales).  Para el cerebro siempre es mejor “reaccionar” (usar un patrón) que “pensar” (crear nuevos patrones).

Pero para ser creativos hay que crear nuevos patrones de pensamiento. En 1967 Edward DeBono crea las técnicas de Pensamiento Lateral como una forma de romper patrones que lleven al pensamiento creativo.

El Pensamiento Lateral busca cambiar los conceptos y percepciones (hacer un movimiento lateral) en lugar de profundizar con los mismos conceptos y percepciones (seguir una ruta lineal).

¿Pero si esto no es natural para el cerebro cómo hago? Pues la respuesta es método. Existen métodos que nos permiten jugar con nuestros cerebros y sacarlos de enfoques convergentes que nos van a llevar una y otra vez a las mismas “soluciones” que ya hemos desarrollado antes y que podrían haber demostrado ser totalmente inefectivas: cuarentena rígida, aperturas por fases, controles migratorios estrictos, cierre de fronteras, etc.

El Método

Una de las herramientas planteadas por Edward DeBono se conoce como los seis sombreros de pensamiento. Si bien no es una técnica de creatividad, pero permite dar tiempo y espacio a la creatividad. DeBono recomienda secuencias específicas de los sombreros dependiendo del tema que se quiere resolver.

Para un problema como el que estamos viviendo con la Pandemia, DeBono recomendaría una secuencia de sombreros que sería: Azul-Blanco-Verde-Amarillo-Negro-Azul-Rojo.

¿Cómo salir adelante en la pandemia?

A. Sombrero Azul

Como sombrero “facilitador” busca generar orden y estructura. Por lo tanto, para ordenar el proceso de pensamiento vamos a comenzar definiendo el objetivo y alcance de lo que buscamos:

Para nuestro caso específico, buscamos alternativas para proteger la salud de las personas frente al virus SARS-CoV2 y además no generar una afectación en la economía que impacte socialmente a la población.

B. Sombrero Blanco

El sombrero blanco es el sombrero de los datos o hechos, busca lo que nos dice la evidencia sobre el problema en cuestión.

1. Datos y hechos sobre aspectos de salud

Al 17 de junio, el COVID-19 ha infectado al menos a 1871 personas en Costa Rica, de los cuales un 95.6% de la población ha sufrido síntomas leves, un 2.8% ha requerido el internamiento en un centro de salud y un 1.8% ha requerido de un servicio de Unidad de Cuidados Intensivos. Por otra parte, un 0.8% de la población infectada ha fallecido lamenablemente.

Si el patrón de la enfermedad se mantiene, para alcanzar la inmunidad de rebaño, será necesario que al menos un 70% de la población se enferme, lo que implicará 3,500,000 personas, de ellas 3,350,000 sufrirían efectos leves, 97,500 requerirían de internamiento en un servicio de salud, 63,300 serían ingresadas a un servicio de UCI y tendríamos aproximadamente 29,000 fallecidos.

Para tener una referencia, en Costa Rica fallecieron 25,502 personas en el año 2018 sumando todas las causas posibles (muerte natural, cáncer, accidentes de tránsito, homicidios, etc.). Ello implicaría que, si un 70% de la población se infecta toda en cuestión de un año, Costa Rica podría presentar la misma cantidad de muertes por COVID que la suma del resto de causas de muerte en el país.

En los últimos días, la tasa promedio diaria de infecciones por el COVID ha sido de 45 casos. A una tasa de 45 casos diarios, al país le tomaría 292 años llegar al 70% de la población. A esta tasa de infección, tendríamos 99 fallecidos al año por COVID.

Tomando en cuenta esta información, parece que lo que se debe evitar es una infección masiva de la población en un corto periodo de tiempo para evitar que los servicios de salud colapsen, pero si se logra controlar la tasa de infección, la enfermedad podría ser bastante controlable.

2. Datos Económicos

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica publicó el estudio “Estimación de los efectos de la COVID-19 sobre la economía costarricense”.

El estudio fue coordinado por Juan Robalino, y participaron también Rudolf Lücke, Luis Oviedo y Lucía Contreras.

Los resultados sugieren una caída de entre el 4 % y el 5,8 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica para el 2020, además de cambios significativos en los niveles de pobreza. El turismo sería la actividad que más contribuye a la contracción del PIB, seguida por servicios de comida, servicios de cuidado personal y limpieza, y comercio.

Los niveles de pobreza que hoy aquejan al 21,1 % de la población, durante la pandemia podrían aumentar entre el 24 % y el 29 %.

Cerca de un 24% de los trabajadores ocupados podrían perder su trabajo durante la pandemia, lo que sumado al 12.45% de desempleo actual, podría llevar al país a niveles del 36%-37% de desempleo.

C. Sombrero Verde

El sombrero verde es el sombrero de la creatividad, aquel que nos lleva a pensar de manera divergente.

1.  Enfoque

Para nuestro caso el enfoque sería cómo proteger la salud y la economia frente al Covid -19.

2. Generación de Ideas

Para nuestro caso vamos a comenzar utilizando la extracción de conceptos, lo cual busca crear un concepto detrás de una idea específica para a partir del concepto generar nuevas ideas.

En esta fase no le limita la generación de ideas, porque eso frena a nuestro cerebro. Se genera una gran cantidad de ideas. Si para algún tema no se nos ocurre nada lo dejamos en blanco.

D. Sombrero Amarillo

Es el sombrero que le busca el lado positivo a las cosas, por lo que en este caso, se toman las ideas del sombrero verde y se identifican los beneficios de implementarla.

E. Sombrero Negro

Es el sombrero que le busca los peligros, dificultades o riesgos, por lo que en este caso, visualizaríamos los aspectos negativos de implementarla.

F. Sombrero Rojo

Una vez analizados los beneficios y riesgos, se deja por 30 segundos para que los participantes analicen cómo los hace sentir las propuestas. El sombrero de la intuición y los sentimientos, es muy importante, pero según recomienda DeBono debe ser utilizado de manera limitada.

Si la conclusión del grupo es que el plan genera más sensaciones positivas que negativas, el mismo se lleva a la práctica.

G. Sombrero Azul

Una vez valoradas las ideas, se escogen aquellas que demuestren que presentan más beneficios o aspectos positivos que preligros, dificultades o riesgos. Para ello se hace uso de la herramienta de multivoto para lograr un concenso de las propuestas. Si la primera corrida de ideas no genera ideas con potencial de implementación, se puede retornar a sombrero verte utilizando otras técnicas como entradas al azar, provocaciones, entre otras.

Si las ideas tienen potencial, se llevan a a un plan de acción con responsables, plazos de entrega.

Conclusión

Dice el dicho popular que cuando se tiene en la mano un martillo, todos los problemas parecen clavos. Por lo tanto, en un proceso como estos, la diversidad de pensamiento, es muy importante para poder contar con el insumo de diferentes perspectivas en el proceso de decisión. En los últimos tiempos, hemos visto en el país que en lugar de buscar un proceso de conscenso donde todos los sectores estén involucrados en el proceso de decisión, todos los sectores se ven como contrarios: trabajadores públicos versus trabajadores privados, empresarios versus gobierno, sindicatos versus gobierno, salud versus economía. Esta visión para hacer las cosas es sumamente destructiva y no nos lleva a acuerdos.

Por lo que para utilizar un proceso de pensamiento como el que planteo, me parece que todos los diferentes sectores deberían estar representados en el proceso de decisión.

El país está urgido de que se tomen decisiones rápido por el bien de todos. Si la forma en que se está haciendo hasta el momento deja a todas las partes molestas o insatisfechas, es el momento de probar otros caminos para lograr el objetivo.

Es el momento de cuestionar por qué hacemos las cosas cómo las hacemos y tomar acción sobre nuestro futuro.